Vancouver Island

Justo después de alquilar el vehículo, fuimos al super para hacer la compra para la furgo. ¡Cómo mola ir al super en extranjero! Y más en un país tan yankee como éste. Todo tiene un tamaño jumbo y las estanterías de galletas llegan hasta donde alcanza la vista. Hay guarradas maravillosas pero la verdura no es mala del todo. Y lo mejor es que si te sacas la típica tarjeta de cliente, la compra se rebaja hasta un 30 o 35 %. Teniendo en cuenta que todo es carísimo, la verdad es que se agradece bastante. Ya soy fiel al Safeway de Canadá y todavía no lo soy del Condis de debajo de mi casa que hace 5 años que compro cada semana…

Después de coger un ferry (con la pick up a bordo) y tras un viaje de algo menos de una hora y media, hemos llegado a la Isla Vancouver.

Es una isla grande dónde viven unas 750.000 personas,creo, y aunque no había (casi) nada de alojamiento libre, no se nota masificada en absoluto. El único inconveniente es que aunque las distancias que hemos hecho no son excesivamente grandes, el tráfico es lento ya que las carreteras no son maravillosas y la gente va conduciendo vehículos de tamaños desproporcionados.

Sobran las palabras...


Aqui algunos habitantes de la isla. Ya les dijimos que no se encarinyaran mucho de mama que sabemos como acaba la peli...

La isla tiene un tamaño considerable pero apenas tienen playas porque todo la línea de la costa es de roca y entre las mareas y las corrientes que hay, no es muy recomendable bañarse. Y pese a que el buen tiempo nos está acompañado bastante, necesitamos algo más de cuatro rayos de sol para bañarnos. Pero como siempre es agradable sentarse en la arena (con una cerveza en la mano) y nos habían dicho que es una meca del surf para la gente de la zona, ahí nos dirigimos.

Tras cruzar la isla de Este a Oeste; llegamos a Long Beach y nos encontramos una playa bonita pero nada del otro mundo (en España estamos muy bien acostumbrados!) y con unas olas como las de la Barceloneta aunque bastante más limpia. Eso sí, no había ni cristo! En plena temporada alta y con todo el alojamiento de la isla ocupado y la siguiente persona a tu lado está a cien metros. A los hippies que dormitan en la arena les enseñas una foto de la Playa de la Malvarosa en pleno Agosto y se suicidan. Lo curioso de verdad es que la vegetación, densa de cojones, llega hasta la misma orilla. Y como es una vegetación “alpina” da unas estampas de lo más llamativas para nosotros, pero también muy chulas.
Otra de las cosas a ver por la zona, es el Rainforest de aquí. Son unos bosques de la hostia de densos y con unos cedros enooormes. De esos que necesitas entre 5 o 6 personas para rodear el tronco con los brazos. Un paseíto y listos. Además, todos los caminos y senderos que son atracción turística están perfectamente delimitados, marcados y acondicionados. Demasiado. Y encima son cortos ya que están pensados para alguien que desayuna cantidades ingentes de bacon y cena en el Domino’s cinco veces a la semana.

Pero siempre es curioso que te cuenten que cuando Marco Polo llego a China el arbolito éste era ya un arbusto.

Al día siguiente sí que hemos hallado una caminata algo más larga (Wild Pacific Trail). A pesar de que también está perfectamente acondicionada (con tela asfáltica en cada escalón) es muy recomendable de hacer, y además, el camino va serpenteando entre unas casas de ensueño que vale la pena ver…y aunque no se si, como decía Michael Moore, todas tienen la puerta abierta, ninguna de por aquí tiene valla que la delimite (lo que le da a todo un aspecto bastante bucólico).




En nuestra última noche en la isla hemos tenido mucha suerte porque…nos hemos encontrado una barbacoa!


Aquí es lo más típico y se puede hacer fuego cada dos por tres. Esto es especialmente interesante porque en este país, la carne de vacuno está deliciosa y es barata. Traduciendo, que se cena a menudo canicas de carne. Sí, canicas, bistecs que tienen lo mismo de ancho que de largo. Un placer para los sentidos y para el ácido úrico…aunque el salmón también está de escándalo!


1,3 kg.de carne en un par de bistelitos...

Besos