Dedicatoria

Dicen que los muertos no se van del todo hasta que los vivos dejan de recordarlos.

Danny y María, hasta el día de mi propia muerte nos iréis del todo...después, nada más podré hacer.

Besos

Sin visos de aparecer

He aterrizado esta mañana en el Prat a eso de las 10 y pico de la mañana. Mmmmm...no me acordaba de la humedad que hay en Barcelona.

Ahora son las 5:37 de la madrugada. Y claro, Morfeo sigue sin aparecer por aquí...maldito Jet Lag!

De pronto, dejaré de afrontar cosas nuevas cada día y la ola de la monotonía empezará a asomar por el horizonte. Lo veo venir. Pero bueno, suerte que ver a la gente que quiero, todo lo vale. Aunque desde este preciso instante empiezo a planificar mi siguiente viaje...

En pleno ataque de gula nocturna encuentro un enorme y pegajoso Muffin semi-aplastado por unas cuantas horas de vuelo en la mochila de turno...

Después de todo, la vida no está tan mal no?

Gracias a quien haya perdido el tiempo leyéndome.

Besos

PD: Amic! Gràcies per aguantar-me. Nooooooooo Noooooooooo.

Montreal...una bonita guinda


Montreal es nuestra última escala en estas grandes vacaciones que nos estamos metiendo entre pecho y espalda. Nos la habían descrito cómo la mezcla perfecta entre una ciudad medio estadounidense y medio europea. La descripción nos ha parecido de lo más acertada ahora que la conocemos, pero lo que no nos habían dicho es lo de puta madre que es!

Hemos encontrado una urbe acogedora, dinámica y muy apetecible de visitar por una larga temporada (nos hemos echado cv's en ningún lado aunque poco ha faltado). De unas dimensiones perfectas para recorrer casi exclusivamente a pie, se nos ha revelado como una ciudad culturalmente muy diversa y entretenida.

Nuestro backpacker estaba situado entre el Quartier Latin (Barrio Latino, o sea, follón) - Plateau Mont-Royal (una especie de Gràcia/Born) ideal para pasear "tiendear" y cervecear. Pero realmente, todas las zonas de la ciudad (Montreal viejo, el omnipresente Downtown o subir al Mont Royal) valen mucho la pena. También hay las fiestas del Gay Pride - Montreal es muy gay-friendly - y eso también ha contribuido a acabar de darle colorido a todo plegado.

Nuestra fortuna con el clima ha continuado y solamente el día que llegamos nos llovió un poco, pero enseguida paró y nuestros planes no se vieron alterados en ningún momento. Lo que fue realmente importante porque teníamos muchos! Hemos querido aprovechar hasta el último momento y así lo hemos hecho gracias a que nuestras respectivas Visas llega con un agüero a Barcelona...

Aquí van unas fotillos:















De lo más diverso verdad?

Como buenos aficionados al motor también hemos hecho una visita al circuito Gilles Villeneuve (donde se celebra el GP de Canadá y afortunadamente no hacía mismo tiempo que el día del GP). Es como cualquier otro circuito pero con la peculiaridad que se puede entrar en él y "circular". Se puede ir a correr, en bici, patines o en coche. Otra demostración de lo extremadamente civilizados que son los canadienses, ya que me gustaría ver un circuito de por aquí que tuviera entrada libre...se oirían los chirridos de neumáticos desde el parking (donde también se harían otros) y habría atropellos al más puro estilo Carmaggedon. Así que cogimos unas bicis y sin neumático de calificación ni esperanzas de hacer ninguna pole, a verlo hemos ido.



También hemos conocido la faceta nocturna de Montreal (como no!) y está totalmente al nivel de lo que ofrece de día: locales para todos los gustos y gente de lo más diversa. Hemos ido a sitios de lo más distintos entre ellos: desde un antro gótico dónde el collar de perro era la vestimenta más utilizada, un bar cutre con un conciertillo (folkillo-noño-disfrutable) y un buen garito donde hacer un poco el cluber (de pacotilla). Y como buenas aves nocturnas que somos, damos nuestra certificación de que en esta ciudad, el que quiera divertiste lo hará hasta donde él mismo quiera. Muy muy recomendable.

Aunque no olvidemos que nuestra valoración tan positiva también se ve motivada porque el tiempo nos ha acompañado ya que imagino que aquí debe nevar 6 meses al año y todos los pros que ofrece la ciudad, quedan bastante rebajados.

Ahora, después de hacer un brunch al más puro estilo Carrie Bradshaw (local pijo, terraza feng-shui, etc) nos dirigimos al aeropuerto para emprender el camino de vuelta a casa. Con la mismas ganas con las que los cerdos van al matadero, hemos re-hecho las maletas por enésima vez y hemos cogido el enésisisimo shuttle sólo que este tenía un destino distinto: nuestra vida diaria.

Otra vez con estas pintas


Antes de dirigirnos a Montreal, que será nuestra última escala de este gran viaje, hemos decidido visitar Tadoussac.

Se trata de un pequeño enclave en el Golfo de San Lorenzo, el estuario más grande del mundo. Debido a las condiciones del agua y la latitud, tiene una población de cetáceos enorme así que, oyendo al Félix Rodríguez De La Fuente (estrellada) que llevamos dentro, hemos cogido un bus y allí nos hemos plantado.

Durante el trayecto, nos hemos dado cuenta que a medida que te alejas de la Ciudad Vieja de Quebec, la cosa va pareciéndose más a la parte occidental del país. O sea, que no son tan diferentes después de todo aunque el inglés lo hablen a regañadientes!


Este tio no tiene cara de acordarse que en menos de una semana está otra vez curando...

El “pueblo” en sí no tiene nada, a parte de que de él salen todos los barcos para avistar a estos enoooormes mamiferos. Lo curioso, es que para acceder a Tadoussac, vas por una carretera y de pronto has de coger un ferry para continuar (para cuando un puente?). Pero bueno, la corta espera en el bus se ve recompensada, ya que como dice la guía, los cetáceos se ven desde la orilla. Lo que pasa es que desde la orilla no ves más que alguna Beluga suelta y en la Zodiac viene lo bueno de verdad.
El avistamiento ha estado a la altura de lo que se esperaba: muchas clases distintas de ballenas y algunas muy muy cerca. Como sabíamos a lo que íbamos, buscamos la compañía que tenía las Zodiacs más pequeñas y la que saliera más tarde (al atardecer estos monstruitos están más activos.

Aquí van unas foticos:


Juro que de cerca se ve inmenso...y hay que pensar que el para respirar (como en la foto) no sacan más de un 10 % del cuerpo fuera así que el otro 90 % no debe ser pequeño justamente. Un día conseguiré meterme en el agua en una situación así...palabra!


Esto es la aleta de un rorcual común, el segundo bicho más grande del mundo.

Y aquí cuelgo un video donde se puede oír los resoplidos. Imaginad si estaban cerca que en una ocasión, nos mojamos con el agua que suelta por la "fosa nasal" de la cabeza!



La parejita feliz!


El alojamiento (aunque tremendamente barato) tenía un halo hippie, pero muy de postín, aunque yo he dormido bastante bien. La gente que trabajaba en el lugar era una amalgama de gente mayor pero muy petaos y los demás eran voy-descalzo-porque-se-liga-más.

A pesar de eso, ha resultado una visita de lo más curiosa. Aunque yo, debido a que mi constipado sigue coleando más de lo esperado, he estado algo cansado y no en plena forma.

Esperando llegar a Montreal en plenitud de facultades (seguro que sí) vamos en autobús dándonos cuenta de que esto ya se acaba…mierda…como decía Mafalda: que pare el mundo que me quiero bajar!

Bueno, siempre nos quedarán los recuerdos de momentos tan plácidos como este



Salut

Vive le Quebec!


Y de pronto estamos de nuevo en Europa! Es curioso como en una noche de autobús parece que hayamos volado 6.500 km. hasta el corazón de París. De repente vuelve a haber callejuelas, los cafés son de menos de medio litro y se come mucho mejor…incluso las iglesias tienen campanas! Ya no son casitas dedicadas al “séptimo advenimiento del nacimiento del baptismo anglicano” ni nada raro. A ver, que para mí todas las iglesias son Madrid y Español, pero visualmente estoy más acostumbrado a éstas.


La verdad es que Quebec nos ha encantado! Me refiero a la ciudad vieja, claro…por fin las distancias son cortas y se puede callejear. En los restaurantes se come muy decentemente (aunque sigue siendo caro, por el mismo dinero comes mejor).


Eso sí, también se aprecia el cambio de actitud de la gente. De pronto la gente es mucho menos amable que en el oeste, lo que me hace plantearme unas preguntas: es que el peso de la historia y la cultura sobre nuestros hombres nos vuelve gilipollas? Será que son muy franceses? Como dijo el gran sabio de nuestros tiempos:
- Si llego a saber que funciona, apunto pá Francia!

Una de las cosas que me sorprendió del oeste es que realmente las dos lenguas se nota que son co-oficiales. Cualquier cartel, aviso, etc…mínimamente largo está escrito tanto en inglés como en francés. Aquí, en Quebec, todo está en francés, claro, pero no todo también está en inglés…y a ellos les cuesta horrores decirte las cosas en el idioma de la Reina Isabel II (aunque saben como hacerlo perfectamente).

Hemos tenido mucha suerte porque este finde eran las fiestas de Quebec City: follón por la calle, mercado medieval, etc…así que hemos estado de lo más entretenidos ya que había multitud de “eventillos” callejeros bastante atractivos.

Incluso hemos podido disfrutar de forma gratuita de un espectáculo del Cirque Du-Soleil (o como se escriba). Están tres semanas de verano, de martes a sábado, con un espectáculo muy chulo. Supongo que en Barcelona pagas 50 € por estar a tomar por saco del escenario para que los vecinos de sus jefes puedan ir gratis en verano…El espectáculo estuvo a la altura de lo que me esperaba (nunca había ido a verlos). Con lo que adoro el audiovisual, podría estar hablando horas sobre el show pero sólo diré que como todo lo que yo había visto de ellos en varios videos: escenografía muy integrada con el entorno, buenos números, transiciones muy finicas y Barcos de muchos lumens.

De paseo por ahí:


Y esto es un hotel muy famoso que según la guía, es el más fotografiado del mundo. Señor Lonely Planet! Queremos datos contrastados!


Lo bueno de esta ciudad es que combina aspectos muy clásicos con otros de lo más modernos, aunque esto está a las afueras:


Las noches quebequenses también son de lo más moviditas. Lo resumiré diciendo que han estado a la altura de la vida diurna de la ciudad porque había un ambientazo de la hostia! Evidentemente, al coincidir nuestra visita con las fiestas de aquí, nos hemos llevado una impresión muy buena(s).

Respecto al alojamiento, también hemos tenido suerte ya que encontramos una pensión pequeña, y muy polvorienta, en el corazón de la ciudad vieja. La verdad es que la casa da miedo (aparte de ataques de asma) y la señora que la regenta también, así como su gato (al más puro estilo Salem). Pero era barata y tenía cocina y baño propio por apenas 4 €/noche más que otra mísera litera en un backpacker; así que hemos triunfao (alcohol namás).

Aquí una foto de la entrada


Aunque parezca lo contrario, la foto está tomada siendo de día así que ya se ve la escasa luz que hay.

Besos



Y hay quien se tiraba dentro de un barril…

Después de comparar precios y horarios para ir a las Catarátas del Niagra tanto en transporte público como a nuestro aire, y viendo que nos salía más barato, nos hemos decidido por visitarlas en un One-day-trip de esos que te recogen y te lo dan todo masticado…que a todos nos gusta que nos mimen hombre!

Así que después de una visita a un pueblo infame (que encima lo venden como la ciudad más bonita de Canadá, manda güevos) y una curso de cata de vinos que ha durado siete minutos y medio, nos han dejado en las famosas Cataratas. En el fondo son una frontera natural entre USA y Canadá, pero los zampa-mac-ratas deben estar contentos ya que todo el mundo cruza a Canadá para verlas (o sea, que el dinero se va pá fuera).


Pero como las queríamos ver de puta madre, nos hemos subido a un helicóptero y así obtener unas vistas realmente espectaculares.



La verdad es que el sitio es un poco bizarro. Ahí no debía haber nada en el pasado, y ahora han florecido muchas cosas: un Sheraton, un Casino, etc. Precioso vamos… Pero la verdad es que los dos saltos de agua son bastante impresionantes. Y desde arriba, las vistas con el río San Lorenzo, los rápidos y finalmente las cascadas, son preciosas.


Éste es el salto "pequeño":


Y aquí el grande…que lo es, y mucho.



Pero como en nuestro super pack adquirido a una compañía de lo más dudosa por Internet - aunque después ha respondido bien - nos incluía también un paseo en barco por debajo, nos hemos puesto otro disfraz



y hemos ido a mojarnos un poco en este barco.



Desde tan cerca el ruido es ensordecedor, y la vista, muy distinta, pero también espectactacular…aunque en el barco se vaya más apretado que en el metro en hora punta. Y encima, entre la mierda capelina y la humedad, en 10 minutos pierdes 10 kilos en sudor.

Aquí van unos fotos desde cerca:



Pues se han matao unos cuantos chalaos tirándose dentro de un barril...la gente está fatal!

Ahora, estamos viajando de noche (para ahorrarnos un alojamiento) desde Toronto a Québec en autobús. Lo malo es que si hubiera sido del tirón, pues bien; pero hemos tenido que cambiar en Ottawa a las dos y media de la mañana y en Montreal a las cinco. Una alegría vamos…

O sea, que mi galipandria + mojarme en las cataratas + 12 horas de gélidos aires acondicionados en distintos autobuses = el constipado que llevo me va a durar hasta las fiestas de la Mercè!

Cuando lleguemos a Québec será sábado así que utilizaremos el mismo remedio que con Álex en Banff a ver que tal…

Seguiré contando cuando pueda (o cuando encuentre otro bus con Wi-fi como éste).

Besos

Torón, Torontontero teró, Torontontero teró

Desde un principio no teníamos un gran interés en ir a Toronto pero su proximidad con las cataratas del Niágara hizo que se nos viera el pelo por ahí, aunque de forma breve. Apenas hemos estado un par de días pero ya se pueden sacar algunas conclusiones: es muy muy yankee (supongo que por la proximidad con los USA).

El backpacker en el que nos hemos instalado es muy céntrico (Global Village) pero también es un agujero bastante inmundo, aunque ya se sabe: in worst squares we have bull-fighted… Esa moqueta tan típica de muchos países europeos, aquí no se limpia desde que los ingleses y los franceses se peleaban por estas tierras.

Desde que hemos empezado éste viaje estamos soñando con un queso curado. Sí, parece una tontería, pero estoy de cheddars varios hasta las narices. Voy a odiar el color naranja (chillón) para el resto de mi vida…Así que el próximo viaje lo haré con un buen Manchego en el bolsillo. Sí señor.

Pues resulta que al inquilino anterior de la habitación 204, le debió pasar lo mismo en su anterior viaje, y lo debía llevar encima, porque cuando entramos en la habitación el hedor a pies era insoportable. De verdad. Así que echando de menos una máscara, cual operarios de Chérnobil, nos fuimos a hacer algo de turismo.

No nos dio tiempo más que para dar un paseo, comer y subir a la CN Tower. Es un edificio alto de la hostia, que cuando empezó la Televisió Privada de Catalunya (tenía capital canadiense) no paraban de dar reportajes sobre ella.

El edificio es bastante impresionante, así como las vistas de la ciudad. Ésta es mucho más grande de la idea que yo tenía en mente. El único problema fue que debido a la cola que había, llegamos de día, pero cuando conseguimos acceder al mirador más alto ya era noche cerrada y aunque la vista es espectacular (más o menos como la que tuve el placer de disfrutar, siendo todavía cuatro, desde el hotel donde está la más bella del mundo con ese actorazo venido a menos - en la ficción), no te permite hacerte una idea exacta de cómo es.

Cómo la sala estaba iluminada e infestada de gente, las fotos desde arriba son una mierda. Aunque la subida en el ascensor exterior estuvo muy bien. Así que dejo un par de tristes fotos tomadas desde el duro suelo.


553 metros desde el suelo, aunque el mirador está a unos 450 máomeno.



Por cierto, Álex lo ha conseguido y finalmente me ha contagiado el constipado.

Besos mocosos.

Adiós Rocosas…pena penita pena


Nos despedimos de la zona con penita. Han sido unos días muy guapos, de muchos kilómetros, pero tremendamente satisfactorios. A nivel de paisajes esto es mega-ultra-requete-chulo (todo adjetivo se queda corto) y todas las expectativas se han visto cubiertas con creces.

La zona es idónea para hacerla en auto-caravana o cualquier vehículo análogo. A nosotros nos daba miedo ya que ninguna de las plazas que teníamos reservada con antelación en los cámpings tenía servicios (es decir, electricidad y tal). No sabíamos como nos lo íbamos a montar con el tema de los móviles, cámaras y demás pero en un super vimos un artilugio que nos ha salvado la vida. Y entre el trasto y las conexiones de la super furgo que llevamos nos permite hacer esto:


Aquí van cargándose 2 móviles, un reproductor MP3 y además, yo voy con el portátil enchufado escribiendo de puta madre. Simplemente, es un adaptador para sacar del mechero del coche un enchufe normal y un USB. Parece una tontería pero nos ha dado la vida.

Viajar con este vehículo es una gozada y hace que los kilómetros parezcan más cortitos. Hemos tenido algún percance pero nada grave. Un día íbamos por la autopista y la gente nos hacía señas hasta que entendimos que íbamos circulando con la puerta trasera del carromato abierta, algún que otro coitus interruptus entre el calentador y el deposito de agua, etc.

La verdad es que las Rocosas Canadienses son uno de los lugares más bellos que yo he visto nunca. Es idóneo para hacerlo con familia, en pareja, con amigos, etc…sólo te ha de gustar la montaña; tanto verla como hacer actividades en ella. Lo que mola mucho es que en 3-4 horas de ascensión llegas a cualquier cima. Todas son muy accesibles y se tienen unas vistas incomparables. Sólo necesitas un buen calzado algo de chocolate para ir picando y muchas ganas!

Respecto al tiempo que nos ha hecho tampoco tenemos quejas. Ha llovido algunos momentos pero en la montaña es lo mínimo. Y en ningún momento nos ha privado de hacer las actividades que teníamos pensado hacer.

Ahora voy escribiendo de vuelta a Vancouver. Nos toca dejar la autocaravana como los chorros del oro antes de devolverla porque sino nos van a cobrar todavía más. Ya nos va a caer un buen hostión monetario porque hemos hecho bastantes más quilómetros de los “pre-contratados” como para que encima nos carguen más dólares canadienses por la limpieza.

Mañana a las 9 de la mañana la entregamos y, previo paso por Vancouver (una noche de transición), cogemos un avión destino Toronto. Las vacaciones van pasando, pero todavía nos queda ver la zona del Este: Toronto, Cataratas del Niágara (para cuando las Victoria?), Quebec y finalmente Montreal desde donde cogeremos el avión de vuelta a casa.

Seguiré escribiendo, que aunque me enrollo un huevo, seguro que algún@ se lo lee y al menos se distrae un rato y “viaja” con nosotros. Mi hermana seguro que sí, así que besos para ella.

Y besos para todos.

PD: Y por si el avión a Toronto se cae, más besos…jeje

Última parada: Glacier National Park.

Por tiempo, ya tenemos que ir pensando en volver a Vancouver. Así que decidimos hacer nuestro último día de caminata/última noche de barbacoa en este parque natural que nos viene de camino.

Paramos en un cámping de nombre Illewallecet (o argo asín, nen). Éste ya vuelve a ser de los metidos en el bosque y sin duchas. Está junto a un río que hace que como alguien con reuma pase una noche aquí, se despierta invertebrado, porque la humedad es muy bestia. Así que la noche será fresquita fijo.

El Glacier National Park es una de las zonas que más nieva de Canada. Se han llegado a medir hasta 23 m. de nieve! Así que debido a las nevadas y las posteriores avalanchas (cosa que se ve en los árboles perfectamente) , los càmpings solo están abiertos 6 meses al año.

Aprovechando que Álex ya está casi bien y que yo no me he contagiado (un milagro, conviviendo los dos en un espacio tan pequeño) queremos ir a ver el glaciar que da nombre al camping (y al río y a un valle de por aquí…y a algo más seguro que también). En esta ruta (Glaciar Crest Trail) encontramos más nieve que en otras hechas anteriormente.


Pero no tenemos ningún contratiempo y llegamos a nuestro objetivo bien, aunque otra vez con las camisetas empapadas en sudor.


Y como no, las vistas son magníficas y el lugar espectacular.


E incluso nos encontramos a algún animalillo raro. Ésto es un marmota nosequé…sí, ya lo se, soy un desastre y con lo que me gustan los animales tendría que acordarme del nombre.


Después de hacerle esta foto, saqué un Twix e intenté que se acercara más. Fracaso total. A parte de alterar el medioambiente (no tanto como los estornudos de Homer) , no conseguí nada.

Una vez abajo, Álex se puso artista con el río y saco una foto bonita que, con un poco de movimiento y luz, va a servir para decorar las paredes de los restaurantes chinos por un par de décadas.


Y para acabar el día, como no, asar algo al fuego y abrigarse bien porque por la noche será muy fría fijo.


Bona nit!

Que lo cuelguen!

Al que escribió el capítulo de Banff del Lonely Planet lo tendrían que colgar de las pelotas en un ventilador que fuera muuuuuuy deprisa.

El cabrón puso que la vida nocturna de aquí era una de las más animadas del país y claro…pues había que salir. Nueve de cada diez médicos recomiendan pegarse una buena farra cuando uno está enfermo no? Pues sí, todo se cura y a los hechos me remito.

A lo que iba; acabamos entrando en una cutre-disco memorable. Estaba medio vacía y con varios (pocos) grupúsculos de gente de lo más lamentable.

Unos iankis desparramando de lo lindo. Uno de ellos iba sin camiseta – y con mocasines-, marcando unos pectorales que no tenía, por en medio de la pista de baile. Y lo más fuerte es que había un grupo de mujeres que le hacían caso! Éstas, con más muñeca que yo pantorrilla, debía hacer 9 años que no probaban más lechuga que la que te ponen en los Whoppers. Pero el whisky lo iban probando continuamente, eso sí. El resto de la clientela estaba a la altura de las circunstancias.

Encima, las camareras del local iban vestidas de cabareteras-picantonas, y esto siendo amable. Al menos estaban muy buenas y nos alegramos la vista un rato.

Como podéis imaginar, todo junto daba lugar a un mix de lo más trash que yo haya visto nunca en un local nocturno. Eso sí, nos pegamos unas buenas risas y el efecto sobre el sistema inmunológico de Alex fue el deseado.

Salud