Torón, Torontontero teró, Torontontero teró

Desde un principio no teníamos un gran interés en ir a Toronto pero su proximidad con las cataratas del Niágara hizo que se nos viera el pelo por ahí, aunque de forma breve. Apenas hemos estado un par de días pero ya se pueden sacar algunas conclusiones: es muy muy yankee (supongo que por la proximidad con los USA).

El backpacker en el que nos hemos instalado es muy céntrico (Global Village) pero también es un agujero bastante inmundo, aunque ya se sabe: in worst squares we have bull-fighted… Esa moqueta tan típica de muchos países europeos, aquí no se limpia desde que los ingleses y los franceses se peleaban por estas tierras.

Desde que hemos empezado éste viaje estamos soñando con un queso curado. Sí, parece una tontería, pero estoy de cheddars varios hasta las narices. Voy a odiar el color naranja (chillón) para el resto de mi vida…Así que el próximo viaje lo haré con un buen Manchego en el bolsillo. Sí señor.

Pues resulta que al inquilino anterior de la habitación 204, le debió pasar lo mismo en su anterior viaje, y lo debía llevar encima, porque cuando entramos en la habitación el hedor a pies era insoportable. De verdad. Así que echando de menos una máscara, cual operarios de Chérnobil, nos fuimos a hacer algo de turismo.

No nos dio tiempo más que para dar un paseo, comer y subir a la CN Tower. Es un edificio alto de la hostia, que cuando empezó la Televisió Privada de Catalunya (tenía capital canadiense) no paraban de dar reportajes sobre ella.

El edificio es bastante impresionante, así como las vistas de la ciudad. Ésta es mucho más grande de la idea que yo tenía en mente. El único problema fue que debido a la cola que había, llegamos de día, pero cuando conseguimos acceder al mirador más alto ya era noche cerrada y aunque la vista es espectacular (más o menos como la que tuve el placer de disfrutar, siendo todavía cuatro, desde el hotel donde está la más bella del mundo con ese actorazo venido a menos - en la ficción), no te permite hacerte una idea exacta de cómo es.

Cómo la sala estaba iluminada e infestada de gente, las fotos desde arriba son una mierda. Aunque la subida en el ascensor exterior estuvo muy bien. Así que dejo un par de tristes fotos tomadas desde el duro suelo.


553 metros desde el suelo, aunque el mirador está a unos 450 máomeno.



Por cierto, Álex lo ha conseguido y finalmente me ha contagiado el constipado.

Besos mocosos.

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