Banff…como Vielha, pero en Canadá

Se puede ser más pijo? Yo creo que no.

Seguimos nuestra ruta por la 93. Acaso habrá una carretera más bonita en el mundo…seguro que sí! Y después de dar con ella, alquilaré un vehículo y la recorreré! Jeje. Ahora hemos llegado a Banff, y dejamos atrás la naturaleza más agreste.

Banff es una localidad enclavada en un valle precioso y rodeada de picos con las cimas nevadas. Es todo muy de postal. Pero hasta la postal es cara. Lo curioso de este lugar es que hay muchísima gente de procedencias de lo más diversas. Creo que nunca había andado por una calle oyendo hablar tantos idiomas diferentes; pero muchos. Hay gente de todos lados…eso sí, todos tienen una característica en común: llegan a fin de mes de lo más holgados!

De pronto, saco el antrópologo que llevo dentro y me despierta mogollón de curiosidad la gente con la que nos cruzamos. Pararía a un tío y le preguntaría:
- Vamos a ver: tu hijo es blanco, tiene la nariz y los labios de Keita, y los ojos de Esther Cañadas; con 6 años le haces llevar turbante y no le afeitas ese bigote que es más que incipiente…DE DÓNDE COJONES ERES?

Vale, después de exagerar un poco, sigo escribiendo. Pero hay peña super rara. Se nota la fuerza de los países emergentes: mucho Indio y Chino, cantidad de mejicanos, árabes, así como los clásicos del norte de Europa que no faltan en cualquier destinación de lujo que se precie: noruegos, suecos…a parte de canadienses claro. Muchos canadienses, porque ha coincidido que aquí es un fin de semana largo por nosequé festividad y todo está a reventar.

Los vehículos están a la par que sus dueños: parece que los Corvettes los regalen con los Frosties, hay muchos grupos de Harleys rollo antiguas, y el que hace cámping va con un bus-motorhome que es más grande que el 64 que baja por Entença y encima lleva remolcado un Cherokee para moverse por los alrededores.

Nosotros estamos en un humilde camping a las afueras que nos recibe con este aviso:


Álex ha cogido un buen catarro así que hemos bajado el ritmo de exigencia física por unos días y estar junto a un núcleo urbano nos ofrece buenas alternativas: compras (que hacen dispararse todavía más el presupuesto), y la proximidad a un par de puntos que según la guía son de visita obligada.

En primer lugar nos dirigimos a Lake Louise. Un bonito lago (otro) pero, debido a la festividad está abarrotado y lo finiquitamos con un breve paseo y un par de fotos. Con más calma y menos gente debe ser un rincón de lo más apetecible.


También hay un teleférico que ofrece unas lindas vistas del valle


¿A qué parecen las nubes de los Simpson?

Una de las cosas más lindas de por aquí, son los cielos. La inexistencia de cualquier fuente de contaminación cercana permite tener una visibilidad estupenda y también disfrutar de unos colores preciosos.

Aquí va otra foto hecha en unas cascadas a las afueras de Banff. Acababan de caer 4 gotas y en cuanto salió el sol aprovechamos para dar un paseíllo.


Salud y besos

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